El endosulfán es un insecticida organoclorado altamente tóxico con efectos de contacto y de intoxicación estomacal, amplio espectro insecticida y efecto duradero. Se puede utilizar en algodón, árboles frutales, hortalizas, tabaco, patatas y otros cultivos para controlar el gusano del algodón, el gusano rojo, el enrollador de las hojas, el escarabajo diamante, el gusano del corazón de la pera, el gusano del corazón del melocotón, el gusano cogollero, los trips y los saltamontes. Tiene efectos mutagénicos en los humanos, daña el sistema nervioso central y es un agente causante de tumores. Debido a su toxicidad aguda, bioacumulación y efectos de alteración endocrina, su uso ha sido prohibido en más de 50 países.