La cloxacilina es un antibiótico que se aplica ampliamente en el tratamiento de enfermedades animales. Por tener tolerancia y reacción anafiláctica, su residuo en alimentos de origen animal es perjudicial para el ser humano; Su uso está estrictamente controlado en la UE, EE. UU. y China. En la actualidad, ELISA es el enfoque común en la supervisión y control de los aminoglucósidos.